Cerrar la brecha social y dignificar la calidad de vida de todos los atlanticenses, es el objetivo del Plan de Desarrollo 2020 - 2023 propuesto por la Gobernadora, Elsa Noguera De la Espriella y para cuya elaboración se ha contado con una amplia participación ciudadana.

La Secretaria de Planeación del Atlántico, Madelaine Certain, durante su visita a Zona Cero, destacó que para la administración que preside Elsa Noguera, resultan prioritarios temas como los de agroindustria, empleo, salud, educación, agua potable, educación, deporte y turismo.

El plan también articula la vocación de cada una de las subregiones en las cuales se encuentra dividido el departamento, de tal manera que, por ejemplo, para el Sur y Oriente del Atlántico el desarrollo agroindustrial resulta de gran importancia. Igualmente el empleo y el emprendimiento para el Centro del departamento y el turismo para la Región Costera, esta última con un valor agregado como lo es el reciente Pacto firmado recientemente con el Presidente de la República, Iván Duque.

Bajo este propósito, el Plan cuenta con cuatro ejes básicos: Equidad, Dignidad, Bienestar e Institucionalidad, cada uno de los cuales incluye diferentes sectores con sus respectivos planes de acción.

Con ellos, se busca generar las oportunidades para hacer realidad los sueños de los atlanticenses. Y para lograrlo se proyecta promover la competitividad, generar condiciones de inclusión, aprovechar las potencialidades productivas del Atlántico a través de la innovación y la sostenibilidad ambiental y el fortalecimiento de los mecanismos de gobernanza confiable.

Así, con los 4 ejes el objetivo es hacer del Atlántico “un lugar en el que todos seamos felices”.

De manera puntual, el eje de la Equidad está dirigido al fortalecimiento de los servicios públicos, salud, educación y la inclusión, “para retomar la importancia que tiene el ser humano en la construcción de entornos felices y seguros”, con la ampliación de la cobertura en la formación para la vida y establecer una base piramidal de crecimiento personal “que nos permita reorganizar nuestras fuerza hacia una sociedad productiva y optimista en el desarrollo de sus oportunidades”.

En este sentido, el objetivo es cerrar las grandes brechas en el Atlántico, “en especial en la prestación de servicios en los cascos urbanos y rurales, el reconocimiento de los pequeños territorios como los corregimientos y veredas, como parte integral de un todo, que permitirá mejorar la condición de nuestros habitantes, diseñar sus propias formas de apropiación con el entorno, forjar el acceso equitativo y la ampliación de la oferta de bienes y servicios a los habitantes”.

El Plan también considera que es el momento de fomentar Dignidad “para construir oportunidades de desarrollo”.

Básicamente, lo que se busca es que el turismo y la cultura, la agroindustria, la logística y conexión, la ciencia, innovación y competitividad “tengan escenario propio para redescubrir aquello de lo que somos capaces de entregar a nuestra sociedad para otorgarle un mayor estado de bienestar”.

Es decir, “un estado de bienestar que nos permita integrar la sociedad, dinamizar las economías al fortalecer la demanda agregada, articular las políticas sociales con la generación de empleo, redistribuir el ingreso para generar mayor equidad y hacer posible que las personas se sientan individuos con futuro y ciudadanos con derechos en la práctica”.

En esencia, lo que se pretende es sembrar la semilla para que los mismos habitantes promuevan y se apropien de todas las cadenas productivas y de comercialización de sus productos.

Para ello se plantea la conexión de los pequeños, medianos y grandes productores mediante modelos de asociatividad y trabajo colectivo, así como la transformación y construcción de una cultura empresarial sostenible e inclusiva y el trabajo mancomunado con las universidades y centros de pensamiento para el desarrollo de distritos de ciencia, innovación y competitividad que tecnifiquen el agro en la región y le otorgue una mejorar calidad de vida a cada uno de los habitantes del Atlántico.

Por otra parte, el Plan concibe el Bienestar como la consolidación de la satisfacción conjunta, “gracias a una serie de factores que responden a la calidad de vida del ser humano”.

“Los atlanticenses hoy requieren tener parámetros de seguridad estables, que les permitan recorrer el territorio sin temor, tener acceso a viviendas propias, legalización de sus predios, contar con espacios de esparcimiento y equilibrar el desarrollo de vida en sociedad con el cuidado del medio ambiente”.

Entre tanto, el Plan contempla la Institucionalidad como la base del flujo de interacción con el gobierno interno y los municipales, “la comunicación efectiva entre dependencias, así como el fortalecimiento institucional de las municipalidades y la generación de canales de comunicación efectivos con la ciudadanía”, para hacer del territorio del Atlántico un territorio “donde la gente construye, participa e incide”.

La construcción del Plan de Desarrollo contó con una amplia participación ciudadana con las mesas que se realizaron en las diferentes subregiones.

Cada mesa contempló 15 líneas estratégicas y en cada una de ellas los secretarios y subsecretarios de la Gobernación recogieron las necesidades, problemáticas existentes y propuestas ciudadanas.

Fue así como se logró la participación de 3.208 atlanticenses de los cuales 696 en la Subregión Sur, 622 en la Oriental, 648 en la del Centro, 396 en la Costera y 526 en la del Área Metropolitana.

También se realizaron mesas de trabajo con aliados estratégicos como los congresistas, agremiaciones y sector académico, así como los encuentros especiales con las víctimas del conflicto y grupos étnicos.

“Estos resultados demuestran que el Plan de Desarrollo ‘Atlántico para la Gente’ 2020 - 2023, está marcado por el interés gubernamental de generar un proceso de construcción con la activa, incluyente y efectiva participación ciudadana, acompañada por el respeto por la pluralidad y el sentido de corresponsabilidad”.